viernes, 17 de enero de 2014

BUEN VIAJE: ¡Fuiste la mejor mascota que pudimos soñar!



Allí, no más abajo,
ni más arriba,
se juntará conmigo alguna vez.
Ahora ella ya se fue con su pelaje,
su mala educación, su nariz iría.
Creo en el cielo, sí, creo en un cielo
donde yo no entraré, pero ella me espera
ondulando su cola de abanico
para que yo al llegar tenga amistades.

Ay no diré la tristeza en la tierra
de no tenerla más por compañera,
que para mí jamás fue una servidora.

Tuvo hacia mí la amistad de un erizo
que conservaba su soberanía,
la amistad de una estrella independiente
sin más intimidad que la precisa,
sin exageraciones:
no se trepaba sobre mi vestuario
llenándome de pelos o de sarna,
no se frotaba contra mi rodilla
como otros perros obsesos sexuales.
No, mi perro me miraba
dándome la atención que necesito,
la atención necesaria
para hacer comprender a un vanidoso
que siendo perro ella,
con esos ojos, más puros que los míos,
perdía el tiempo, pero me miraba
con la mirada que me reservó
toda su dulce, su peluda vida,
su silenciosa vida,
cerca de mí, sin molestarme nunca,
y sin pedirme nada.

Alegre, alegre, alegre
como los perros saben ser felices,
sin nada más, con el absolutismo
de la naturaleza descarada.

No hay adiós a mi perra que se ha muerto.
Y no hay ni hubo mentira entre nosotros.

Ya se fue y la enterré, y eso era todo.

Pablo Neruda

martes, 9 de julio de 2013

Cápsula del tiempo

"Porque los recuerdos son momentos que se esfuman como viento en el aire, que se esparcen como gotas en el agua, que se pierden como nubes en el cielo, y desaparecen como caminos turbantes dejando un abismo, un hueco profundo al saber que solo son recuerdos, y que jamás volverán a suceder, porque fueron segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, suspendidos en la cápsula del tiempo.

Porque los recuerdos son aquellos que jamás se olvidan, que se quedan impregnados con tinta indeleble para nunca salir de la memoria del corazón, porque fue la risa la cómplice de la alegría, el colchón el testigo de los sueños, la almohada la mejor consejera, la noche la mejor amiga en los día tristes, y las estrellas la mejor luz en los días opacos.

Porque recordar es vivir, pero solo vivir de los recuerdos es morir, porque es difícil desprenderse de lo que uno quiere, de lo que uno anhela, de lo que uno ama, como se puede evitar lo inevitable, como se puede hacer para que el tiempo regrese, para que las caricias, los besos, y los sueños sean inmortales en la mortalidad, convirtiéndose en infinito de lo finito y permanezcan en lo inexistente, y no se quede solo en un recuerdo vago y austero…

¿Cómo olvidar aquellos momentos?, aquellos recuerdos que se quedan plasmados en la historia de la vida, en los capítulos de cada una de sus páginas, cerrando con un punto final y abriendo nuevos temas por escribir, creando nuevas sensaciones, nuevas etapas, nuevas experiencias; porque no es el libro el que se termina al culminar un proyecto, un curso, una relación, una etapa, simplemente son capítulos finalizados para comenzar nuevas experiencias, para realizar lo que antes no se pudo, en ocasiones las cosas llegan a su fin no porque haya algo mejor, sino porque lo que nos correspondía solo era diferente, el destino no está tallado en piedras, ni nadie lo marca con tinta indeleble, somos nosotros los que decidimos, los que trabajamos en el presente para construir nuestro futuro.

Porque somos los protagonistas de que rumbo debe llevar nuestro libro, nuestros capítulos, nuestros párrafos, nuestras historias, y solo nosotros escribimos en ellas, y una vez escrito jamás se puede borrar, porque aquí solo existe esa tinta, y ese pincel, pero no una goma con la que se puedan corregir los errores que se llegan a cometer y se quedan grabados, porque para la vida no existen aberraciones,

Solo grandes obstáculos y tropiezos, el meollo se encuentra en cómo se levante uno después de las caídas, en cómo se esquivan esos obstáculos, y eso es lo que se queda marcado, es lo que se empieza a tallar, porque son esos momentos los que se quedan en el recuerdo, los que nos hacen reír cuando sale el sol y los bellos colores del arcoíris después de la tormenta y el diluvio, porque la vida toma sentido

Cuando vemos la luz de las estrellas en las noches más obscuras, cuando el frío es solo un abrigo de la soledad que la acompaña la tristeza, cuando sentimos esos huecos en donde una vez estuvieron llenos de regocijo e inefables palabras donde las emociones se desbordaban y el calor estallaba.".

Liliana Lucio González

miércoles, 3 de julio de 2013

La vida es una rueda


A veces arriba, a veces a un costado, a veces abajo... girando aunque no te muevas... todo pasa, todo vuelve, todo llega. La vida es una rueda.

jueves, 20 de junio de 2013

Recuerda


Recuerda ponerte en el centro de tu propia vida: Nacerás solo, querrás solo, sentirás solo, vivirás solo y morirás solo. Todo lo demás es una ilusión. Es el arte de la vida.

Recuerda que si alguien te falla no será por maldad. El que es humano se equivoca. El que se equivoca tiene derecho a hacerlo.

Así como naciste, el como quisiste, como sentiste y como viviste puede sostener tu presente... hasta el fin.

viernes, 26 de abril de 2013

Caminos



Caminos dolorosos, caminos agobiantes, caminos fáciles y caminos sin complicaciones.
Caminos que se ensanchan, caminos que se juntan, caminos que se buscan y caminos que se siguen.
Caminos que recuerdan, caminos que extrañan, caminos que encuentran y caminos que pierden.
Caminos que luchan, caminos que se rinden, caminos individuales y caminos acompañados.
Caminos que logran, caminos sin rumbo, caminos que borran y caminos que escriben.
Caminos que agrandan el alma y caminos que la achican.
Caminos que se quedan y caminos que se esfuman.
Caminos que sueñan.
Una y otra vez.
El desafío, a pesar de todo, será siempre seguir caminando.